lunes, 16 de febrero de 2009

Del Cuzco al desierto y el Mar

Dejando atras el gran lago madre y padre de las alturas,
el camino se interna en el epicentro del imperio Inca.
La señorial Cuzco recibe al viajero cansado
con su encanto milenario de piedras encajadas.


Dejando Cuzco, el camino se vuelve arisco, a veces tenebroso, rudo.
La gran maquina germana se defiende como puede del abuso,
exhibe soltura y agilidad no comunes en motos de su peso y potencia,
e iguala, a veces supera, a la motocicleta austriaca de mi amigo norteamericano.
Las superficies oscas dan paso a la suavidad del asfalto y la Panamericana nos lleva
cual brisa acelerada hacia la costa trujillana y sus playas de Huanchaco.
El polvo y la arenisca, las rocas y piedras, magicamente se convierten en suaves arenas y el mar extiende su gravitacional atraccion de relajamiento y serenidad.

El Cañon del Pato

La roca erosionada por siglos de vientos, corrientes, tormentas y diluvios, se abre.
Se aparta para permitirnos atisbar asombrados, los misterios de sus entrañas,
a traves de los 35 tuneles escarabados en las paredes rocosas por obreros peruanos.
El tren nunca llego a construirse, en su lugar, el camino, el sendero del Cañon del Pato, transporta al viajero desde las montañas andinas de la Coordillera Blanca
hacia las profundidades del desierto de Chavimoc y su camino secreto.

El callejon de Huaylas

Huaraz, Caraz, Carhuaz, Huallanca, Yungay, esta ultima poblacion, desaparecio del mapa cuando en 1980, un aluvion producido por los feroces dehielos del volcan Huascaran, la borraron del mapa.
Coordillera Blanca, con docenas de cumbre sobre los 6.000 metros de altitud, y aun asi, se esconde de las vista del viajero, tras sus velos de nubes impenetrables.

Andy Turk, moto viajero norteamericano y su KTM 950, grandes moto compañeros !!!!!

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